El uso de fertilizantes químicos fue muy favorecedor durante mucho tiempo. De hecho, según la FAO, más del 40% de la población de hoy en día no existiría si no se hubieran usado dichos fertilizantes. Por ejemplo, la hambruna y el descenso de población que sufrió Corea del Norte en el siglo XX se debió a que su vecino y aliado, la URSS, dejó de proveer cualquier tipo de abono.
Como vemos, los fertilizantes son muy necesarios, sobre todo hoy en día con la cantidad de personas que somos no podríamos abastecernos de otra forma. Por ello, los fertilizantes químicos, al ser usados en la agricultura intensiva, son los más populares. Pero hay que tener en cuenta que un mal uso de este tipo de abono, o un exceso del mismo, puede acarrear problemas severos a largo plazo.
¿Qué son los fertilizantes químicos?
Son aquellos compuestos hechos artificialmente a partir de minerales y gases, creados a través de un proceso químico, como su nombre indica. Por un lado, están los fertilizantes simples, aquellos que contienen un único nutriente, como puede ser el nitrógeno, potasio o fósforo. Se usan cuando se quiere añadir un solo nutriente o se precisa una mayor concentración de otro.
Por otro lado están los compuestos, formados por varios nutrientes principales, o todos, como los fertilizantes NPK. Estos son usados para obtener las mejores producciones o para dotar al suelo de una mejor calidad de vida.
Ventajas de los fertilizantes químicos
Si se usan los fertilizantes químicos es por las múltiples ventajas que se obtienen. Estas son:
- Solución rápida a problemas: como actúan en el corto plazo, este tipo de fertilizantes son muy útiles en situaciones críticas, cuando las plantas parecen no estar desarrollándose adecuadamente o cuando hay escasez de alimentos por la erosión de cultivos.
- Ajuste de suelos: tanto si el suelo tiene un nivel de acidez muy alto o muy bajo, este se puede ajustar con químicos para sacarle el mayor rendimiento.
- Mayor productividad: el objetivo de usar estos químicos es conseguir más alimentos, mejores y más grandes. Con el nitrógeno o el potasio, inyectado directamente en la tierra, se consiguen las mejores hortalizas.
- Bajos costes: comparado con las otras opciones disponibles más naturales, como los fertilizantes orgánicos o bio, el abono químico tiene menores costes, pero solo cuando se usan aquellos con tan solo un nutriente principal (los fertilizantes compuestos son más caros).
Desventajas de los fertilizantes químicos
Es sobre todo su uso excesivo el que hace que los fertilizantes químicos tengan mala reputación. Las consecuencias de usar en exceso los químicos deriva en:
- Aumento del nivel de acidez: cuanto más se usa más ácido se vuelve el suelo en el que se cultiva, lo cual nos impide volver a plantar en él, o al menos durante un largo periodo de tiempo.
- Contaminación del agua: en concreto de la subterránea, ya que si se usan niveles altos de químicos pueden traspasar la raíz y llegar a las aguas subterráneas, perjudicando así a nuestra salud y también la producción agrícola futura.
- Crecimiento excesivo: los químicos hacen que crezcan enormemente las plantaciones y, si no se tiene cuidado, podría aumentar demasiado los cultivos, lastimando de esta forma a la planta debido a que tienen un límite de aguante. Hay que evitar el sobrecargamiento de los tejidos y raíces.
- Aceleración del cambio climático: debido a las emisiones de óxido nitroso nuestro planeta queda afectado negativamente. Pueden darse fenómenos ambientales como la conocida lluvia ácida, formada a partir de la combinación entre el dióxido de nitrógeno (proveniente de los fertilizantes químicos) y la luz solar.
- Quemadura de las plantas: Si nos excedemos en la aplicación del fertilizante, en vez de aumentar la productividad provocaremos lo contrario, quemando así la planta y perdiendo rendimiento.
- Daño a los seres vivos: tanto humanos como animales podemos sufrir enfermedades de piel o pulmonares si estamos expuestos a los químicos, y si consumimos agua contaminada por nitratos podemos padecer metahemoglobinemia.
Soluciones
Actualmente somos más de 8000 millones de personas en el planeta y, para nuestra supervivencia, es necesaria la utilización de los fertilizantes como ayuda extra para nuestra alimentación. Sin embargo, como explicamos, usar los fertilizantes químicos en exceso puede suponer un problema a largo plazo. Por ello, para un uso adecuado de estos abonos, lo correcto sería complementarlos e incluso en algún que otro caso ser sustituidos totalmente por fertilizantes orgánicos o bio.
En nuestro Máster Internacional en Gestión de Agronegocios la gestión de fertilizantes y el impacto medioambiental que provocan nuestras empresas es uno de los temas a estudiar.