Un buen directivo crea responsabilidad, compromiso e ilusión a los miembros de su equipo. Es lo que distingue a un líder. Sin perder de vista las claves de un buen directivo agro de las que hablamos en otro artículo, en la empresa agrícola existen algunas pautas que son importantes para conseguir una buena dirección estratégica.
6 pautas para una buena dirección estratégica de la empresa agro
- Conocer el dato concreto de los costes de producción de toda la cadena agroalimentaria: En este sector se trabaja con productos cuyos precios están determinados por el mercado en general. No hay que confundir el margen bruto (diferencia entre los precios de un mismo producto en dos posiciones de la cadena comercial) con el margen neto o beneficio que se obtiene de restar al margen bruto los costes directos e indirectos asociados al proceso de comercialización. También hay que tener en cuenta los costes asociados: limpieza, calibrado, clasificación, envasado (mallas, bandejas, bolsas,…); transporte; costes de gestión de residuos; costes de embalajes, envases y su gestión; y los costes de almacenamiento.
- La empresa agrícola aglutina una serie de procesos para conseguir el objetivo final: La clave está en identificar cada una de esas actividades, segmentarlas y medirlas con los ingresos y sus costes.
- Analizar las perspectivas del riesgo: En el sector agrícola el abanico de fuentes de riesgos es muy amplio. El precio y el clima ocupan los primeros puestos de riesgo, pero hay muchos más. Hay que tener claro cuáles son las variables que tienen cierta inestabilidad y proponer alguna estrategia para manejarlas. Conocer cuál es la frecuencia y la probabilidad de que alguna de estas variables nos juegue en contra, cuál es la incidencia y si relativamente sucede en determinada fecha y cómo afecta al rendimiento son acciones clave.
- Todo buen negocio debe tener una buena administración financiera: Es vital controlar la entrada y la salida de dinero de la empresa. Esto ayudará a crear un patrón de gastos e ingresos predecible, lo que facilitará planificar presupuestos o inversiones en el futuro.
- La estrategia debe estar consensuada con el equipo para que su grado de implicación sea mayor: En opinión de Manuel Melgarejo, presidente de Corteva Agriscience para España y Portugal, hay que preparar a los empleados para que lleguen a su punto máximo, su máximo potencial. Y también compartir unos valores sobre los que trabajar. En este punto, apuesta por dejarles autonomía, «para que expresen su máximo talento”.
- Compartir el conocimiento: Fomentar la promoción interna, el reconocimiento del desarrollo profesional, la retribución y su adecuación a los méritos y al trabajo desempeñado son fundamentales. También invertir en formación que sirva de aprendizaje hacia aquellas funciones en las que cada empleado pueda aportar más valor, añadiendo itinerarios de upskilling y reskilling que fomenten la actualización y la transformación de los perfiles.
Conclusiones
En definitiva, para una buena dirección estratégica, el directivo ha de saber trabajar alineado con la estrategia de negocio y con las necesidades de los clientes y de la sociedad en las que estamos presentes.
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