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La importancia de la Fauna auxiliar y el Control biológico

Para mantener un cultivo sostenible y cumplir con las leyes sobre control biológico y pesticidas y el proyecto de Reglamento de Uso sostenible de Fitosanitarios de la Comisión Europea, los agricultores usan cada vez más la ayuda de la Fauna auxiliar. Sin embargo, el uso de pesticidas seguirá siendo útil ya que, a corto plazo, su total eliminación en los cultivos no es viable.

Insectos y bacterias para reducir el uso de pesticidas

Con el término Fauna auxiliar nos referimos a todos aquellos insectos que son beneficiosos para los cultivos y para la lucha contra las plagas. Dentro de estas especies, podemos identificar 3 tipos principales que ayudan al control biológico en los cultivos:

Parasitoides: aquellos insectos que entran y se desarrollan dentro de otro durante su estado larvario. Necesitan de un huésped para alimentarse.

Depredadores: aquellos insectos que se comen a la plaga. Pueden alimentarse de un solo tipo de plaga, y se denominan «monófagos», o de varias especies, tomando el nombre de” polífagos».

Entomopatógeno: estos últimos son unos microorganismos parásitos como por ejemplo las bacterias y los hongos que exterminan al insecto huésped.

Como todos sabemos, hay una gran cantidad de tipos de cultivo y de suelos en el mundo y, para poder cubrir las necesidades de las futuras generaciones y mantener un suministro saludable de alimentos, el control biológico es clave en este asunto.

Los 3 tipos de Control Biológico

Los agricultores pueden aumentar la eficiencia de su cultivo escogiendo la técnica más adecuada según cada caso en el uso de la fauna auxiliar. Gracias a los avances que se hacen en este campo y en la aplicación y control de estas tipologías, cada vez más profesionales del sector agro optan por una agricultura más sostenible.
Vamos a ver qué tipos de Control biológico podemos encontrar:

Control biológico por Conservación: en este caso, se aumenta de forma natural la existencia de enemigos naturales contra las plagas modificando el entorno del cultivo. Por ejemplo, se pueden crear jardineras, o plantar diversas flores como el girasol en los perímetros exteriores e interiores de las fincas según la necesidad.

Control biológico Clásico: en este caso, se suele introducir una especie de insecto o bacteria exótica para controlar el daño causado por la plaga.

Control biológico Aumentativo: en este caso, se esparce más cantidad de insectos para aumentar el número de enemigos naturales de la plaga que queremos combatir.

Una mariquita sobre una planta con plagas

En conclusión, a pesar de los avances en las soluciones de control biológico, no todos los problemas de carácter fitopatológico pueden ser solventados mediante esta técnica. Por ese motivo, es muy importante buscar un equilibrio sostenible entre el uso de pesticidas y de fauna auxiliar. Este es el punto focal en el que se centra ahora mismo la innovación.

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